viernes, 5 de junio de 2015

15 consejos para los estudiantes de medicina

No me ha ido mal estos cuatro años pero creo que podría haberme ido mejor si hubiese actuado de forma diferente en algunos momentos. Espero que estos consejos te sean de utilidad, los he escrito con la mayor honestidad y sinceridad posible.




1. No estudies en base a lo que tus compañeros digan que han estudiado

¿Cuántas veces habré escuchado el famoso “ni me lo he mirado” o el “vengo a probar suerte” justo antes de un examen? Luego todo son notables, excelentes y matrículas de honor caídas del cielo. Estudia en base a tu propio criterio, no te dejes influenciar por nadie en concreto.

2. No presumas de estudiar medicina

¿Tienes algún motivo para hacerlo que no sea el de satisfacer tu ego? Hay una diferencia fundamental entre orgullo y ego. El ego es inestable, necesita de la aprobación externa y lo único que conseguirás con él es parecer un gusano. El orgullo, en cambio, nace de dentro, representa tus valores, tus ideales, tus méritos, y lo construyes día a día. Debes estar orgulloso de estudiar lo que siempre has querido pero no por ello necesitas satisfacer tu ego predicándolo a los cuatro vientos, o como hacen algunos, dejándolo caer como quien no quiere la cosa.

3. No necesitas ir a clase ni para aprobar ni para sacar nota

Tantea el terreno los primeros días, cada profesor es un mundo: algunos se ciñen a lo que dan en clase a la hora del examen, otros prefieren inventarse el temario con la excusa de que deberíamos estudiar de los libros. A los primeros es más útil escucharlos que a los segundos.

4. Ve a clase todos los días

Sí, el punto anterior no contradice este. Yo he estado un cuatrimestre entero y parte del siguiente sin ir a ninguna clase. Decía que estudiaría durante esas horas pero me engañaba a mí mismo. Lo único que hacía era perder el tiempo: me iba al gimnasio, me recorría todas las montañas del Baix Camp en bici, miraba temporadas enteras de Juego de Tronos y Breaking Bad, me pasaba por la facultad a saludar a la gente… Y luego, los jueves y sábados, fiesta. Todo acabó cuando un día me miré al espejo y me pregunté: ¿de dónde cojones ha salido este ni-ni? Hasta que no llegan los exámenes se vive muy bien como estudiante pero si no asistes a clase y desconectas puedes no volver a conectar nunca más y empezar a naufragar.

5. Si quieres sacar matrículas, ponte a estudiar antes de lo que lo hacemos la mayoría

No tiene más misterio. Déjate de teoría extrañas y de capacidades innatas porque al final esto no son más que excusas baratas. Aquí no hay ni listos ni tontos, aquí hay vagos y perezosos o constantes y dedicados.

6. Sé honrado, pero no ignorante

Si no te sabes una respuesta y puedes copiártela de alguien que intuyas que sí la sabe, copia. En esta vida no solo se vive de buenas intenciones. Ahora bien, no te ganes la fama de copión. Todos hemos echado un ojo al examen de al lado alguna vez, pero hasta un cierto límite. Personalmente, no me importa que se copien de mí, pero aborrezco que abusen o me pregunten directamente (y menos si no he terminado el examen).

7. Preséntate a todos y cada uno de los exámenes

Jamás he entendido como hay gente que no se presenta a un examen porque “lo lleva mal”. Es duro estar haciendo un examen y no saber qué responder, lo entiendo, pero es fundamental que asistas, conozcas como pregunta el profesor y memorices las preguntas para que en la recuperación vayas con pies de plomo. Y te lo digo: no serías el primero que diciendo eso ha aprobado porque al final resulta que sí que lo llevaba bien o porque, aludiendo al punto anterior, ha echado un ojo al de al lado.

8. No siempre dando se recibe, pero si te piden da

Me refiero a apuntes, exámenes, resúmenes, etc. Nunca sabes en qué momento irás apurado y te hará falta una ayuda extra. Hoy por ti, mañana por mí, esa es la clave del éxito. Yo posiblemente hubiese suspendido Fisiología en segundo de no haber sido por los esquemas de mi amiga Ana, que resumían el temario entero en una hoja DINA2. ¡Gracias Ana!

9. No te martirices por sacar un aprobado (o incluso un notable)

Los estudiantes de medicina estábamos acostumbrados a sacar excelentes en bachillerato, pero la facultad es otro mundo. Puedes estudiar mucho y suspender o estudiar poco y aprobar. No pasa nada. Al menos en mi facultad tenemos más de 60 asignaturas a lo largo de toda la carrera (y creo que me quedo corto con ese número). Tranquilo que por un 5 no vas a manchar tu expediente si tanto te preocupa.

10. Coge con pinzas lo que te digan los amigos de cursos superiores.

Te voy a poner un ejemplo personal. En mi año, en el examen de psicología los alumnos se dividieron en dos clases. Los que entraron primero lo hicieron en una clase separados por varias filas y controlados por una profesora con mala leche. A los que entramos más tarde, por el contrario, nos tocó la lotería. El profesor no había reservado más aulas y tuvimos la suerte de hacer el examen pegados los unos a los otros. Si lo analizo objetivamente era un examen difícil, 10 preguntas escritas de un temario larguísimo, pero hice el examen, literalmente, al lado de mi compañero de piso. Y si le añadimos que el profesor era un bonachón, el resultado es hacer un examen como si estuviésemos en un bar de tapas, comentando las preguntas en voz alta y riéndonos de la situación en medio del examen. Cabe decir que no me ha vuelto a pasar, fue algo excepcional que siempre que lo recuerdo me entra la risa. Pero esto me condiciona pues a pensar que la asignatura de Psicología “fue fácil”, al menos para mí. Dudo que los compañeros de la otra clase pensasen lo mismo.

11. Hatters gonna hate

En España los deportes nacionales son el marujeo y la crítica ajena; creo que no me equivocaría si dijese que en tu facultad también. Siempre que hagas algo nuevo o diferente vas a ser criticado, pero no por ello dejes de hacerlo. Aunque traigo buenas noticias: también hay gente estupenda que te apoya y cree en lo que haces, enfócate en ellos. Aplica esto a todos los terrenos de tu vida universitaria y te irá bien.

12. La medicina debería ocupar un lugar importante en tu vida

No todo en esta vida es medicina pero debes recordar que has entrado en esta carrera para ser médico, no pierdas el norte. No sé tú pero la matrícula en Cataluña no es barata, y eso que mi universidad es pública. Así que céntrate y deja todos tus rollos mentales para después de los exámenes, que tiempo habrá.

13. La competitividad siempre estará presente

En algunas facultades es más descarada, en otras hay que leerla entre líneas. Pero repito: siempre estará ahí. Puede que te digan sutilmente “ya te pasaré los apuntes” y te quedes esperándolos toda la vida. Puede que cuando salgan las notas comparen la suya con la tuya. O que simplemente se autocritiquen por no haber llegado al excelente. Actitudes que rozan lo ridículo si se piensa en los valores que un médico supuestamente debe tener.

14. No digas a todo el mundo lo que has sacado en un examen

Si te preguntan di solamente si te ha ido bien o mal. Comenta tus notas con tu familia y, si quieres, con los amigos más cercanos, pero no las prediques a diestro y siniestro. No entres en el juego de la competitividad porque el principal afectado serás tú.

15. Empatiza con tus compañeros, no solo con los pacientes

Con esto me refiero a celebrar los buenos resultados académicos cuando un compañero ha suspendido o no le ha ido como él querría. Cada uno libre de hacer lo que quiera y seguramente haya opiniones encontradas en este apartado, pero yo, por respeto y educación, en este caso no celebro mis notas. O al menos no manifiesto externamente mi extrema alegría delante de dicha persona. Más que nada porque a mí no me gustaría que me lo hiciesen. Lo que más odiamos cuando sufrimos una derrota en cualquier ámbito es que nos restrieguen las victorias ajenas, ya sea directa o indirectamente.

Y resopla… Resopla tantas veces como necesites

Tendrás momentos buenos, pero también momentos malos, muy malos. Serán esos días en los que la carrera se convertirá en un tubo por el que habrá que pasar, y además, bastante estrecho: asignaturas inútiles, profesores obstinados, ley de Murphie en todas partes… Pero recuerda esto siempre: 15 consejos para los nuevos estudiantes de medicina.

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